martes, 3 de enero de 2012

Muchos animales, pocas personas.

Vivimos en una sociedad infectada por toda clase de animales: perros, que se dedican a putear a los demás, buitres que van a por todas y sólo piensan en sí mismos, pájaros que sólo saben volar gracias a los porros, camellos que facilitan dicha mercancía a éstos, pitones que se dedican a joder relaciones, búhos a los que no se les escapa ninguna, liebres y tortugas que, cuando la primera ha ido, triunfado y vuelto, la segunda aún sigue en el mismo sitio y zorras que se follan a todos los anteriormente mencionados.


María Gló 

sábado, 31 de diciembre de 2011

Tan importante es el ser o estar.

Tan importante es el ser o estar, que todos quieren ser, que todos quieren estar. Pero si alguien me llama, dile que no estoy; y si me encuentran, dile que no soy. Yo siempre doy tanto tanto, sin hablar de cuánto. Mi intención en la vida es no ser para llegar a ser. 
No soy un héroe, porque a mi me salvan la vida los pequeños gestos de cada día que todavía se sienten; sentimientos no mienten.
No soy un bobo, pero escapo si le veo las orejas al lobo; yo que era feliz con mi soldadito de plomo y mi globo.
Somos conscientes de que tenemos algo, y de que tú eres alguien, y de que yo no soy quién te dice qué hacer.
Dime con quién andas, y te diré quién eres. O sino, sal a la calle, ella y los espejos siempre te dirán la verdad. 

viernes, 30 de diciembre de 2011

Bebemos líquidos con grados para olvidar. Qué cobardes, ¿no?

- Tranquilo, chico, no tengas miedo...
- No tengo miedo. He visto borrachos muchas veces.
-¿Qué pinta tienen?
- No hay mucho que ver. Bueno, no tanto como ellos parecen creer...¿Cuanto es lo bastante borracho?
-Buena pregunta. Ven aquí, siéntate, te diré cuanto es lo bastante borracho. Bien, lo que aquí se ha planteado, es cuanto es lo bastante borracho. Y la respuesta es que depende de las células del cerebro.
-¿Del...cerebro?
-Así es, con cada vaso de licor acabas con cientos de esas células, pero eso no importa mucho, por que tenemos millones. Primero mueren las de la tristeza, así que estas sonriente. Luego, mueren las del silencio y todo lo dices en voz alta aunque no haya ninguna razón, pero eso no importa, no importa, por que después mueren
las de la estupidez y hablas con inteligencia. Y, por último, las células de los recuerdos...
... esas son difíciles de matar.